lunes, marzo 12, 2007

La capitana de regreso

Y así fue. Dos semanas que se hicieron por momentos interminables, dos semanas que en otros momentos volaron raudamente. Así se construye, al menos, mi vida. Dicen que los viajes forman a la juventud. Yo digo que los viajes forman a aquellos que estamos dispuestos a recibir con la mente y los brazos abiertos la formación sin importar de donde provenimos ni nuestra edad ni sexo ni color de piel. Y en este viaje vaya que si la tuve. Desde conocer un típico campamento de ex - guerrilleros guatemaltecos, hasta compartir con ellos, hombres y mujeres, sus anécdotas, algunas con gran contenido emocional. Ya luego tendré tiempo de contarles, porque se merecen que algún día escriba sobre la lucha por la supervivencia de su comunidad. Desde el congreso en el que estuve, donde todos desde diferentes ángulos y diferentes experiencias de vida tuvimos nuestro granito de arena para aportar. Desde mi semana en México, donde el ambulantismo creciente y la pobreza extrema, te hace detenerte para comprobar que en muchas ocasiones uno se queja por nada. Desde esos niños con probabilidades reducidas de inserción en esta sociedad que solo los excluye. Desde tantas ópticas y perspectivas tan diferentes…
La vida es un cúmulo de elecciones, diversas oportunidades, buenas y no tan buenas se presentarán y quedará en nosotros el saber distinguirlas esperando que al final del camino nos permitan decir que si ha valido la pena mi transcurrir por esta vida.

Vero


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