lunes, diciembre 18, 2006

Paren el mundo que me quiero bajar…

¿así decía Mafalda, no? Hace pocos días escribía sobre la llegada de la nieve, sobre qué lindo se pondría todo cubierto de blanco, etc., etc. Pues la cosa viene así: ¡estamos sin nieve! Ésta fundió por dos razones, no sólo no cayó más, sino que además las temperaturas subieron unos grados considerables como para derretir la poca nieve que había caído. Pero le mejor viene ahora, en este mundo loco que nos ha tocado vivir o debería mejor decir, en este mundo loco que hemos construido... el viernes pasado ¡batimos el record de calor en pleno mes de diciembre! Y aquí, otro dato interesante: el año pasado en la misma fecha, Montreal se cubría de 40 cm. de nieve casi alcanzando otra marca registrada en el año 1974, cuando otros 42 cm. habían caído! (por más informaciones dirigirse al correo electrónico recibido en fecha 15 de dciembre 2005...).
Pero volvamos al record de este 2006... el viernes pasado se registró una temperatura, en horas cercanas al mediodía, de 11,8 C, sobrepasando los 10 C que se habían registrado en el año 1975. Como se imaginarán gozamos de unas temperaturas extraordinarias todo ese día.

Día que podría haber sido fabuloso de no haber sido por lo que nos encontramos casi todos los que utilizamos el Metro a las salidas de nuestras labores. Eran cerca de las 15 horas cuando el mismo dejó de funcionar. No, esta vez no le echemos la culpa a los cambios climáticos. Sino que mejor, volvamos a la fuente de todos los problemas: el ser humano. Alguien que estaba trabajando descontaminando un suelo en las cercanías de la red subterránea, cortó sin querer (OBVIO) una corriente de agua. Esto provocó que corriera presurosa y desesperadamente entre varias estaciones de Metro. Incompatible con la circulación subterránea, esta fuga de agua provocó la interrupción del servicio en una buena cantidad de estaciones. La congestión resultó interesante (a fuerza de no encontrar un mejor adjetivo calificativo), sobre todo cuando observaba desde mi larga fila de espera, que mucha más gente salía del Metro en busca de los buses que harían casi el mismo recorrido que el Metro pero por las calles de la ciudad. Montamos todos cual ganado, y algunos tuvimos la suerte de llegar a destino con unos 45 minutos de retraso...
Los diarios hablaban hoy de 34 buses puestos a disposición de los usuarios, lo cual es nada si pensamos en que a esas horas la frecuencia suele ser de 25 MIL pasajeros.... los dejos hacer sus propios cálculos...

Si bien las temperaturas han comenzado lentamente a rondar las de la época, los lugareños sobre todo, están bastante preocupados. Casi todos hablan de lo mismo, y eso no es ni remotamente algo, mi querido lector, de lo que tú estés pensando en este momento... todo el conflicto viene por decir que si no hay nieve para Navidad, entonces no será Navidad! Es increíble ver como está casi todo el mundo hablando de lo mismo. Y uno no puede ser menos.. ayer comentábamos en casa, sobre qué lastima que nuestros visitantes no puedan apreciar la nieve, dado que viven en un lugar donde tienen en promedio 25 C. ¿Se imaginan la guerrilla de nieve que nos vamos a perder?

Bueno, no todo está dicho aún... faltan todavía algunos días para Navidad... quizás algunos copos decidan venir a visitarnos antes de esa fecha para no decepcionar, como muchos dicen aquí, a los tantos niños (!!!!???) que esperan a esta dama (la nieve) que para no ser menos que nadie, se hace desear aunque sea un poquito, como parte de su coquetería habitual.

Vero


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