domingo, abril 16, 2006

Experiencia: CINE!

Acabamos de volver del cine. Fue la primera vez de Maxi. Tiene casi 3 años y medio. Si bien es un niño que no le teme a la oscuridad, yo temía su reacción cuando viese todo oscuro. Por suerte, y como casi siempre, mis temores de madre han sido aplacados por la inteligencia emocional de mi hijo. Hace semanas que lo vengo preparando, le hablo de con quienes vamos a ir, de cómo es una sala de cine y de todo lo que se me ocurre que él se pueda encontrar, pues no quiero dejar nada librado al azar. Le hablé un poco de lo que íbamos a ver, pero el está tan contento porque íbamos con otros amigos y por ser su primera vez, que creo que no me presta mucha atención. La verdad es que fue una experiencia muy linda.
Fuimos a ver “Vida salvaje” (“The Wild”). Para los que vieron “Madagascar” como nosotros, la verdad es que la película se parece y mucho y no está nada fantástica. Se trata de un leoncito llamado Ryan que vive con su padre Sansón, en el zoológico de New York. El pequeño intenta con todas su fuerzas rugir como su papá y ante la risa de los visitantes del zoo sueña con escaparse de allí y perderse en la naturaleza. Claro que su deseo se ve realizado ante una imprudencia que comete al dormirse en un contenedor cuyo destino es África. De más está decir que su padre sale presuroso en su búsqueda, ayudado por sus mejores amigos: una jirafa, una intrépida ardilla (macho y perdidamente enamorado de la jirafa!), además de una serpiente y de un koala. Atraviesan la ciudad y cuando llegan al puerto, el barco acaba de zarpar, por lo que peripecias mediante logran tomar por asalto un remolcador, siguiendo así la pista del buque hasta la costa africana. Y ya no les cuento más sobre como sigue la película, pues deja de tener gracia. El remate es previsible, no habiendo mucho más para comentar. Mi consejo, esperar a que salga en DVD para verla o a no tener nada que hacer… y poder gastar en eso!
Sobre la actitud de Maxi, me deja contenta que es capaz de seguir con atención los diálogos y de reírse cuando las escenas así lo ameritan. Pregunta mucho y quiere conversar (¿A quién saldrá este chico?). No hubo pop pero si refresco. También unas pastillitas de colores, que colaboraron a mantenerle la cola en el asiento (me repregunto: ¿A quién saldrá este chico?). Repite algunos comentarios de los personajes pero se nota que entiende y es capaz de seguir el argumento, algo que queda en evidencia ante sus preguntas. Eso ya lo sabia, pues en casa tiene sus películas que miramos muchas veces juntos (más de las que yo quisiera!) y los comentarios siempre son pertinentes.
Cuando salimos la pregunta es: mami, ¿podemos volver al cine a ver la peli de los autos? Se refiere a un avance que dieron. Conclusión, buena experiencia para los 3! Ya volveremos… y quizás, ya les contaré…

Vero


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