sábado, mayo 20, 2006

De vuelta en Montreal, primera parte

He vuelto a mi hogar en Montreal. Estoy desde el miércoles a la noche. No ha sido tanto el cansancio por la diferencia horaria con Francia, sino más bien el cansancio que traigo acumulado y que comenzó antes de irme. La preparación previa, dejar a mis hombres medianamente acomodados, armar la valija y sobretodo preparar mi presentación en 7 días, ya hicieron que partiera exhausta.
La llegada a Marsella en la mañana del 10 de mayo, estuvo bien, pero esa misma tarde era mi presentación. Creo igual que por suerte esto fue así, porque luego me sentí liberada y pude aprovechar al máximo el congreso.
El régimen del mismo, como todos, AGOTADOR. Sin respiro, saliendo y entrando a un taller y a otro. Todas las noches cenas por aquí y por allá, buena cara, la mejor sonrisa y a hacer contactos, pues en definitiva es para eso que uno va a los congresos. Para intercambiar experiencias y para nutrirse de las ajenas. Conocer gente nueva y encarar posibilidades de nuevas cooperaciones. Desde ese punto de vista puedo decir que me vuelvo satisfecha.
El congreso duró hasta la noche del viernes 12 de mayo. El sábado a las 8 de la mañana, dejé el hotel en la ciudad de Aubagne y me fui con mis petates para la estación de tren de Marsella. Allí guarde mi valija en unos lockers especialmente acondicionados y con la intención de conocer Aix-en-Provence partí. Ya les contaré de esa pequeña ciudad, pues es una maravilla. Tuve la oportunidad de conocer el mercado de frutas y verduras del pueblo, toda una magnifica experiencia visual.
A la tarde del mismo sábado, partí en TGV, el tren de alta velocidad hacia Paris, previa recuperación de mi valija. Cuando 3 horas después llegué, mi amigo Vincent quien debía esperarme en la Gare de Lyon, no estaba. Había ocurrido un incidente en una de las líneas que lo conducían hasta la estación y estaba atrapado dentro de la inmensa red de transporte de Paris. Por suerte, su hermano Francois, a quien yo conocía pero del que por cierto me había olvidado en todos estos años, tuvo la gentileza de irme a buscar pues se encontraba a 5 cuadras de allí.
Mi periplo en Paris acababa de comenzar. En la segunda parte, que no se hará esperar, les contaré sobre Paris y mi vuelta a Montreal. Pues como se imaginarán los cuentos y las anécdotas abundan!

Vero


Estadisticas de visitas