¿Percepción o sensación?

Tan profundamente arraigado estaba él en sus entrañas que le resultaba imposible quitarlo de allí. Su primer pensamiento le pertenecía, el último también, y todo lo que discurría en el correr del día, para qué ocultarlo, era por y para él. Su vida se había convertido en una absoluta monotonía, con monosílabos respondía, sólo sus funciones vitales eran mantenidas, vaya uno a saber porqué pues ella sentía que desfallecía. Es que esperaba aun una señal de vida, esa que sabia que jamás llegaría. Pero algo en ella le decía que no se había podido equivocar tanto. En el tiempo que compartieron, intercambiaron miradas sobre varios aspectos de ambas vidas, coincidentemente por más que no habían pasado por los mismos hechos, concluían que hubiesen actuado de la misma manera. Lo que les sorprendía, no era el hecho de estar de acuerdo, sino la posibilidad de cruzarse con alguien que mirara en el mismo sentido. Ella pensaba que quizás eso lo había asustado, aunque él se decía ser un hombre ausente de miedos, aunque con dudas que lo animaban a seguir. Entonces ¿por qué ella no llegaba a comprender su ausencia? Él se decía integro. Afrontando los alejamientos más difíciles, él los había superado. Entonces, ¿por qué callaba ahora? Seguro que no la amaba, eso era cierto, seria entonces que temía que ella lo amara. Él sabía que eso era imposible, ella no lo amaba. Ella lo sabía muy bien, tenia sus sentimientos por él muy bien encasillados. Ambos se conocían demasiado bien. ¿Qué era entonces lo que le molestaba tanto? La sensación de haberse equivocado con él, de haber pensado que era de una manera y no de otra, de haberlo endiosado tanto, al fin y al cabo él era un hombre como tantos otros. Pero tenía eso algo que ver con la imagen que él le había mostrado a ella. Es que acaso, ¿había percibido a la persona incorrecta?
Ella seguía torturándose y se daba cuenta de que aquello tomaba una amplitud que minuto a minuto se le escapaba de las manos, no eso no era vida. No entendía bien porqué se sentía traicionada. Lo peor es que cuanto más miraba en su interior, sabia que hasta que no solucionara sus porqués no podría seguir su camino en paz. Pero él nada hacia…así la dejaba a ella…varada al costado del camino….

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Inspirado y recreado a partir esto también de Corneille. En particular, de su canción "Sans rancune" (Sin resentimiento), que dice así en su estribillo:

"Sans rancune, la première étoile que je décroche je te la donne, sans rancune (sin resentimiento, la primer estrella que baje te la doy, sin resentimiento)

Sans rancune, la première place dans mon rêve je te la réserve, sans rancune (sin resentimiento, el primer lugar en mi sueño te lo reservo, sin resentimiento)".

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Vero