martes, marzo 14, 2006

Vivencias musicales

Tres cosas en juego a la hora de escribir esto, las primeras dos, una visita en dos blogs distintos, uno de ellos de alguien que escribe y relaciona vivencias con canciones, el otro de alguien que comentaba esta mañana (mía) acerca de un disco que le llegó. La tercera, un comentario que alguien me hacía el otro día y que decía que parte de la integración en tierras lejanas es acercarse a su música. Claro que acercarse a la cultura y en particular a la música de Montreal es acercarse a muchos países. Es tanto el multiculturalismo en el que estoy inmersa, que se escuchan muchas cosas y nos hacen vibrar muchas más. Desde el tachero musulmán que a la hora de la plegaria tiene música sacra, pasando por el conductor del bus que obviamente va prendido de algún quebeco de moda, hasta la entrada en la tienda latina donde no dejan de sonar cumbias y alegres bachatas. De por si no soy una persona que escuche la radio, a menos que tenga a alguien cerca que si lo haga. Por muchos motivos, el primero porque no tengo una radio cerca. Si si ya sé que parece tonto pero es así. Aunque no debo de dejar de reconocer que hace unos meses, creo que antes de fin de año, en uno de los tantos asaltos consumistas que me dan, me compré el famoso discman. Pero claro, el pobre está aburrido de tocar siempre lo mismo. Su láser esta tripodrido de los mismos discos que obviamente son todos del Sur, de mi Sur. Cierto es que debo de reconocer que existe un infiltrado, un CD de Francis Cabrel, ofrecido por mi entrañable amigo Vincent allá por el año 2000, al que desde el primer día lo tengo de hijo. Por suerte que no es un disco de pasta, pues creo que de ser así, ya ni existiría más. Lo escucho no sólo porque me gusta sino porque me conecta con muchos recuerdos hermosos, como caminar una noche estrellada a orillas del Sena, muchos sueños y esperanzas, algunas cumplidas y otras no, pero dejemos al menos por ahora eso de lado. De mi última estadía en Montevideo, me traje el último de No te va a gustar, recomendación de mi hermano Sebastián, que contrariamente al nombre del grupo si me gustó. Claro que él también quería que incursionara con la gente de Trosky Vengarán, trámite que no le corrió, aunque si me dejé convencer por alguno de La vela puerca.
Hasta este enero no había incursionado en nada de Québec, hasta que para mi cumpleaños Nico me regaló, el último de una blonda exquisita que habita por estos parajes. Es que ella además de tener una fuerza impresionante en su voz, es a mi juicio, hermosísima. Se llama Marie Chantal Toupin, y su disco es “Non négociable”. No me pregunten si es mi veta rebelde pero me encantan un montón de sus canciones y eso de no ser negociable y mantenerse auténtico en lo que uno es, me seduce aún más.
El otro que llegó a mi es Eric Lapointe, otro con una voz muy fuerte, el tipo se hace sentir, créanme. Cierto que no es tan bello como la blonda, pero ¿a quién le importa cuando sus palabras nos llegan? Cuando salió su disco, “Coupable”, hace ya unos cuantos meses, llámenlo azar o destino, justo le hicieron un juicio donde tenían que determinar obviamente si era culpable o no. Su canción “Coupable” sonaba todo el día en todas las estaciones de radio y en los medios hablaban de su juicio. Tragicómico, ¿verdad? Ah por cierto, ¡lo declararon no culpable!
Finalmente y si me vienen siguiendo, adivinarán que el siguiente en llegar a mi fue Corneille. Es un regalo bien fresquito porque es del sábado pasado. Ya lo conocía, en algún lado había escuchado su tema “Sans rancune”, pero su disco grabado en vivo me mató. Africano por sus padres, europeo de nacimiento, americano por adopción, sabe muy bien mezclar todas esas vivencias. Es decir con él, no es tanto su voz sino su mixtura musical la que me atrapa, además de que posee un cierto acento más parisino que québecois. Otra cosa que me encanta de él.
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Como ven desde hace unos meses transito por los embrujos de la música québecois… quién sabe a quién descubriré la semana que viene. Pues esta semana es de él, de Corneille!
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Vero

2 Comments:

At 4:30 p. m., Blogger Silvana Bocage said...

Permisoooo, una uruguaya viviendo en Canadá? contame porqué, siempre hay razones, verdad? cariños.

 
At 9:13 p. m., Anonymous Anónimo said...

Bienvenida Sil!
Multiples razones me han traido a Montreal! Ya tendremos tiempo de compartirlas, mate tuyo y cafe mio de por medio, porque soy de esas que jamas probo el mate (aunque muchos lo intentaron!) pero lo alcanzo en todas las ruedas de buenos amigos que comparto (no se por que razon siempre termino en el medio?).
Gracias por tu visita!

 

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