lunes, marzo 12, 2007

La vida antes y después

Si de algo se sabe poseedora esta capitana es de una pequeña lucecilla que enciende una sonrisa en el rostro ajeno. No sé ni como lo logro, tampoco me interesa conocer su origen, sólo sé que puedo hacerlo y eso me basta. Cuando arranco sonrisas en los demás siento que gano. Gano un momento grato que perdura otro buen momento en mis retinas. Hace tiempo que mi lucecita esta medio apagada. Por diversas razones, que no es necesario desnudar aquí.
Pensando que quizás esa lucecilla me habría abandonado o que alguien quizás se habría olvidado de devolvérmela, perdí la noción de que cuando algo nos es innato nadie ni nada puede quedárselo.

Y aquí la prueba gráfica de lo que digo:
ANTES DE VERITO

DESPUÉS DE VERITO

PD: Ambas fotos son de la Ciudad de México (Zocalo), en pleno Centro historico de la ciudad. La primer foto fue antes de una conversacion de aproximadamente 10 minutos sobre la ciudad y su gente. La segunda sucedio después. Dos aclaraciones surgen inmediatamente: 1) no les solicité sonrisa ni pose alguna para la foto y 2) los uniformados y yo no son un solo corazon.


Vero

La capitana de regreso

Y así fue. Dos semanas que se hicieron por momentos interminables, dos semanas que en otros momentos volaron raudamente. Así se construye, al menos, mi vida. Dicen que los viajes forman a la juventud. Yo digo que los viajes forman a aquellos que estamos dispuestos a recibir con la mente y los brazos abiertos la formación sin importar de donde provenimos ni nuestra edad ni sexo ni color de piel. Y en este viaje vaya que si la tuve. Desde conocer un típico campamento de ex - guerrilleros guatemaltecos, hasta compartir con ellos, hombres y mujeres, sus anécdotas, algunas con gran contenido emocional. Ya luego tendré tiempo de contarles, porque se merecen que algún día escriba sobre la lucha por la supervivencia de su comunidad. Desde el congreso en el que estuve, donde todos desde diferentes ángulos y diferentes experiencias de vida tuvimos nuestro granito de arena para aportar. Desde mi semana en México, donde el ambulantismo creciente y la pobreza extrema, te hace detenerte para comprobar que en muchas ocasiones uno se queja por nada. Desde esos niños con probabilidades reducidas de inserción en esta sociedad que solo los excluye. Desde tantas ópticas y perspectivas tan diferentes…
La vida es un cúmulo de elecciones, diversas oportunidades, buenas y no tan buenas se presentarán y quedará en nosotros el saber distinguirlas esperando que al final del camino nos permitan decir que si ha valido la pena mi transcurrir por esta vida.

Vero


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