miércoles, diciembre 20, 2006

Las dos caras de una misma moneda

Alguien dijo una vez,


“Existen dos maneras de ser feliz. La primera es poseer todo lo que uno quiere. La segunda, es tener la sabiduría suficiente como para apreciar todo lo que uno posee.”


Hoy es un día muy feo para tí. Desde ese 20 de diciembre de 2001, es claro que todo cambió. Sucedió tan rápido que tu mente pero sobre todo a tu corazón, le llevo un buen tiempo comprender que ya no estarían más ni esa sonrisa ni esas palabras reconfortantes que tu mamá tenía siempre para ti.
Te dije, unos días después, cuando volvimos a encontrarnos, un día vas a mirar para atrás y verás que todo el amor que hoy sentís está intacto, lo único que se irá modificando es el gran dolor que hoy sentís. Durante un tiempo, tuvimos la dicha de compartir juntas este “día feo” (como soles llamarle). Te acompañaba en el llanto, cual solidaria amiga y siempre terminábamos sonriendo. Cuando me fui, todos los años recibes en este día, un correo que intenta mostrarte las dos caras de la moneda, y que a pesar del dolor, la vida se ha encargado de darte otras muchas cosas. Recuerdo conversaciones cuando Eugenia ya estaba entre nosotros, cuando decíamos sobre qué lindo hubiese sido que tu mamá pudiese disfrutarla. Lo mismo el día de tu casamiento, tuvimos un pensamiento reservado para ella, ¿te acordás?

Mi querida amiga, el tiempo pasa. Para bien o para mal, pasa. Muchas veces actúa de tirano, otras veces es un aliado. Depende de las circunstancias, depende de nosotros mismos que esté a nuestro favor o en nuestra contra.
Esta mañana me dabas una excelente noticia. ¿Te das cuenta? ¿Justo hoy? ¿Será que posees un ángel en algún lugar que vela por tí? Cuantas veces lo discutimos, ¿eh? ¿Recordás aquel sueño cuando estabas embarazada de Eugenia?
Me alegra muchísimo tu noticia, pero más me alegra el tono del mensaje. Comprendo que ha pasado el tiempo suficiente como para que puedas ver a través de tanto dolor y apreciar el resto de lo que te rodea. Me enorgullece tenerte como amiga.

Y para no ser menos, que mejor que anunciar tremendo notición en este blog. Al menos le daremos sus 5 minutos de fama, ¿no?
Ok, vamos:


IIIIIIIIUUUUUUUUUUUPPPPPPPPPPPPPPIIIIIIIIIIIIIIIIII
VOY A SER NUEVAMENTE TÍA !!!!!!
FLORENCIA ESTA EMBARAZADAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!

FELICITACIONES A NESTOR, A EUGENIA Y A LA FLAMANTE MAMA!!

... QUE ES MI AMIGA!!!!


Vero
PD: te prometí uno post exclusivo y cumplí!!! Sólo que me ganaste con el notición!!!


martes, diciembre 19, 2006

SaludándoTE


En estas épocas festivas, es común que nuestro correo comience a recibir grandes cantidades de saludos navideños y fuertes deseos de prosperidad para el año entrante. Todos parecen estar de muy buen ánimo, las diferencias simulan dejarse de lado sólo por un instante y todos solemos tener pensamientos y acciones responsables y respetuosas enfrente de nuestros semejantes. Es lo que llamo “Efecto Navidad”, todos somos buenos y geniales, todos nos amamos muchísimo y nos deseamos lo mejor.

Yo me pregunto, ¿y qué pasa al día siguiente? ¿y los días siguientes a ese?

Me reconozco una persona fiel a sus convicciones e ideales, y por respeto a ellos creo que es mi deber mantenerlos durante todo el año y no solamente en este período en particular. Pienso en que de que sirve mandarte una postal si en todo el año, no fui capaz de recordarte el día de tu cumpleaños o de mandarte una frase de ánimo en la fecha que tu mama partió de este mundo. O sencillamente escribirte unas pocas líneas para saber si todo va bien. ¿Cuál es el valor de un párrafo, copiado y pegado ene veces y dirigido a varias personas? Me pongo vieja y me pongo cada vez más quisquillosa. Es que constato como mi ilusión y pretensión de lo que debería ser el mundo, se aleja inexorablemente más y más. Pero hay algo que no me abandona, sigo creyendo en el poder de un simple gesto!

Dejemos de lado los saludos comerciales, de esos mi casilla está últimamente infestada. De esos debería de infestar yo otras varias casillas. La verdad, aún no he podido hacerlo. Debo de reconocer que tengo un proveedor que tuvo un gesto que supo emocionarme. Encontré ayer sobre mi escritorio, un cuadro que lleva escrito mi nombre con la caligrafía china. Habíamos hablado muy por arriba al respecto, se acordó y me lo obsequió. Es claro que la próxima vez que necesite servicios como el que él ofrece, lo recordaré y seguramente recurriré a él primero antes que llamar a un desconocido. Su gesto habrá entonces surtido efecto. O también podría ser más ingenua y creer que simplemente lo hizo de corazón sin esperar nada a cambio (hhuuummmm, dejémosla ahí). Casi como si estuviera escuchando el reproche de mi hermana, prefiero entonces creer mejor en la segunda opción y dejar atravesar mi coraza al menos una vez antes de fin de año.

Mi lista de saludos navideños personalizados cada vez se achica más. Esto es por varias razones. Conocidos tengo millones, amigos sólo unos pocos. Familia que recuerda que habito a más de 11 mil Km., poca, en realidad es casi la misma gente (política o de sangre) que recordaba en aquella época que vivíamos a menos de 10 cuadras de distancia en la misma ciudad, en el mismo territorio. Esa gente que uno sólo ve en los casamientos porque hay que invitarla pues son de la familia y que la siguiente vez que uno los ve es lamentablemente en el velorio de algún tío viejo, lo siento no me dan ganas de mandarle ningún saludo navideño.
Es cierto, la que decidió irse fui yo, y lo asumo todas y cada una de las mañanas ni bien tengo la oportunidad de constatar que aun respiro. Vivo todos los días con mis decisiones. En el error y en el acierto de ellas. No las olvido jamás. Pero así como yo decidí irme, muchos otros decidieron acompañarme en este transcurrir, en esta otra etapa de mi vida, sin que eso implique que están de acuerdo con mis decisiones (sino preguntarle a mi mamá o a mi suegra). Y están también aquellos que decidieron seguirme en esta locura del blog. Es a toda esta gente a la que si me dan ganas de mandarle un saludo navideño. Para ellos, me brota desde lo más profundo desearles lo mejor para este 2007, pero lo que más les deseo es que me dejen seguir compartiendo nuestras vidas, la mía y la de ellos, porque de eso se trata al final, ¿no? De estar juntos todo el año, familia y amigos, y no solamente acercarse cuando transcurren estos tiempos festivos.

Para todos esos que están presentes en mi corazón todos y cada uno de los días de mi vida, lleguen entonces mis mejores deseos de unos duraderos tiempos de paz y felicidad. Que el nuevo año sea visto como una época de energías renovadas, donde todo aún puede ser posible, incluso aquello que creemos que nunca podrá ser realizable. Que la esperanza no los abandone y si en algún momento llegaran a flaquear, recuerden que saben donde encontrarme, siempre dispuesta a escuchar, a dar algún consejito (de metereta nomás y por no poder con mi inherente condición) pero sobre todo a apoyarlos incondicionalmente en todas vuestras decisiones.

Un beso enorme, los quiere,

Vero

lunes, diciembre 18, 2006

Paren el mundo que me quiero bajar…

¿así decía Mafalda, no? Hace pocos días escribía sobre la llegada de la nieve, sobre qué lindo se pondría todo cubierto de blanco, etc., etc. Pues la cosa viene así: ¡estamos sin nieve! Ésta fundió por dos razones, no sólo no cayó más, sino que además las temperaturas subieron unos grados considerables como para derretir la poca nieve que había caído. Pero le mejor viene ahora, en este mundo loco que nos ha tocado vivir o debería mejor decir, en este mundo loco que hemos construido... el viernes pasado ¡batimos el record de calor en pleno mes de diciembre! Y aquí, otro dato interesante: el año pasado en la misma fecha, Montreal se cubría de 40 cm. de nieve casi alcanzando otra marca registrada en el año 1974, cuando otros 42 cm. habían caído! (por más informaciones dirigirse al correo electrónico recibido en fecha 15 de dciembre 2005...).
Pero volvamos al record de este 2006... el viernes pasado se registró una temperatura, en horas cercanas al mediodía, de 11,8 C, sobrepasando los 10 C que se habían registrado en el año 1975. Como se imaginarán gozamos de unas temperaturas extraordinarias todo ese día.

Día que podría haber sido fabuloso de no haber sido por lo que nos encontramos casi todos los que utilizamos el Metro a las salidas de nuestras labores. Eran cerca de las 15 horas cuando el mismo dejó de funcionar. No, esta vez no le echemos la culpa a los cambios climáticos. Sino que mejor, volvamos a la fuente de todos los problemas: el ser humano. Alguien que estaba trabajando descontaminando un suelo en las cercanías de la red subterránea, cortó sin querer (OBVIO) una corriente de agua. Esto provocó que corriera presurosa y desesperadamente entre varias estaciones de Metro. Incompatible con la circulación subterránea, esta fuga de agua provocó la interrupción del servicio en una buena cantidad de estaciones. La congestión resultó interesante (a fuerza de no encontrar un mejor adjetivo calificativo), sobre todo cuando observaba desde mi larga fila de espera, que mucha más gente salía del Metro en busca de los buses que harían casi el mismo recorrido que el Metro pero por las calles de la ciudad. Montamos todos cual ganado, y algunos tuvimos la suerte de llegar a destino con unos 45 minutos de retraso...
Los diarios hablaban hoy de 34 buses puestos a disposición de los usuarios, lo cual es nada si pensamos en que a esas horas la frecuencia suele ser de 25 MIL pasajeros.... los dejos hacer sus propios cálculos...

Si bien las temperaturas han comenzado lentamente a rondar las de la época, los lugareños sobre todo, están bastante preocupados. Casi todos hablan de lo mismo, y eso no es ni remotamente algo, mi querido lector, de lo que tú estés pensando en este momento... todo el conflicto viene por decir que si no hay nieve para Navidad, entonces no será Navidad! Es increíble ver como está casi todo el mundo hablando de lo mismo. Y uno no puede ser menos.. ayer comentábamos en casa, sobre qué lastima que nuestros visitantes no puedan apreciar la nieve, dado que viven en un lugar donde tienen en promedio 25 C. ¿Se imaginan la guerrilla de nieve que nos vamos a perder?

Bueno, no todo está dicho aún... faltan todavía algunos días para Navidad... quizás algunos copos decidan venir a visitarnos antes de esa fecha para no decepcionar, como muchos dicen aquí, a los tantos niños (!!!!???) que esperan a esta dama (la nieve) que para no ser menos que nadie, se hace desear aunque sea un poquito, como parte de su coquetería habitual.

Vero

viernes, diciembre 08, 2006

Extrañamente extraño...

Esta debe de haber sido una de mis peores semanas laboralmente hablando. No todo es tan negro como lo pinto pero por un momento si lo pareció. Algo que pocas veces hago es dudar de mi capacidad de trabajo. Si veo que no sirvo para algo, aun conservo la suficiente pero escasa inteligencia como para retirarme a tiempo. Pero hablemos claro… Sé cómo trabajo y sé encima que lo hago bien (modestia aparte). Aunque esta semana, algunos resultados demostraron lo contrario. Como trato en lo general de no echarle la culpa a los demás y de ir a buscar en mi propia conciencia donde me equivoqué, estoy desde hace algunos días hurgando en mi interior.

Extraño a mis compinches Flo y Valery, pues cuando algo sucedía allí estábamos las tres para apoyarnos y defendernos, o al menos consolarnos y darnos ánimo. Darse cuenta de que uno está solo es bravo. Sobretodo para una persona comunicativa como yo. Aunque cuando se está al frente de un organismo como el mío, uno no puede andar tampoco por ahí llorando sus penas. Y menos Vero, que es SuperVero. Creo de todas maneras que en algún punto uno debe de encontrar con quién compartir sus penas laborales, ¿no?. Con Nico la respuesta es sencilla: “Sos una tipa capaz, búscate otro laburo, éste no te merece!” Pero algo en mí dice que esto vale la pena, que es solo un traspié y que todo va a funcionar. Me resisto a abandonar. No me voy a bajar del barco así nomás. Creo en la causa y seguiré luchando por ella. ¿Hasta cuándo? sería la siguiente pregunta de Nico. Hasta que realmente esté convencida de que agoté todas las posibilidades, sería mi inmediata respuesta.
Saben bien que me caracterizo por ser cabeza dura y por no dejar las cosas así como así. Es más, hacer eso me revienta. Sólo las dejo pasar cuando veo que son batallas perdidas. Lamentablemente aún no estoy lo suficientemente loca como El Quijote como para seguir luchando por causas que ya están perdidas (y aclaro que este año dejé pasar unas cuantas…).

Como para redondear la semana, tenía hoy en la mañana una reunión financiera. Es claro que de contabilidad no sé nada, sólo sé que hay dos columnas, el debe y el haber y que de alguna manera hay que hacerlas cerrar, o sea que en las dos hay que obtener al final el mismo resultado. Lo sorprendente es la rapidez con qué capté el tema, aun yo me asombro. Pero lo mejor fue el respaldo que sentí. Para terminar este viernes, pero sobre todo esta intensa semana, acabo de despedir a otra persona que pasó por mi oficina, y que no hizo más que darme buen ánimo y decirme que no le estaba errando tanto.
Un extraño que sólo miró mi trabajo, pero que fue capaz de considerar todo lo que hay detrás de él, más allá de resultados exitosos o desastrozos. Un extraño que me muestra que no todo está perdido y que hago bien en seguir creyendo en la causa. Este extraño no había anunciado su visita. Evidentemente alguien/algo lo asoció a mi camino. Sólo apareció con mucho optimismo y una buena sonrisa… con la misma con la que acaba de partir….sólo que ahora la mía lo acompaña.

Vero

martes, diciembre 05, 2006

A pedido del público...

Todos saben bien que no me puedo resistir a un pedido del público y menos que menos si es de una de mis mejores amigas. Así que cumpliendo, este post que contiene las fotos de la nevada del domingo va dedicado con todo mi cariño a Valery (gracias por el mail!). Florencia: nada de celos, el próximo es para tí! (jejeje).

Para las dos: gracias por buscarme los archivos tan rápido hoy! No sé que haría sin ustedes...
Lo malo, la carancha nostalgia que me agarró a las 7 y media de la mañana sola en la oficina. No se puede creer... tan grande y tan nostalgiosa....alguna vez les dije cuanto las extraño???


Besotes miles,

Vero

Las tres primeras fotos son desde el balcón de casa, cerca del mediodía del domingo.

















La última, eran cerca de las 14 horas, cuando valientes nos decidimos a salir!

lunes, diciembre 04, 2006

Ya llegó…

Y sí, no se hizo esperar mucho! En 2005, había llegado el 22 de noviembre. Este 2006, decidió hacerlo el 2 de diciembre. ¡Claro, me refiero a la nieve! El domingo comenzó a nevar despacito, pero a medida que avanzaba la mañana, la cosa comenzó a tomar amplitud. A las 2 de la tarde, los autos estaban con nieve en sus parabrisas y techos, la calle y nuestro balcón mostraban sus primeros dos centímetros de nieve… señal inequívoca de que el invierno ya está entre nosotros.

Es nuestro tercer invierno en Montreal. A mí me encanta. Ojo, no me golpeé la cabeza ni estoy loca. Les explico. Me causa un placer enorme ver nevar. Me siento maravillada al contemplar esos copos geométricamente diseñados correr por el largo de mi campera de invierno. Me gusta más observarlos caer desde mi ventana y depositarse en el pino, con una taza de café bien caliente entre las manos. Es cierto que la nieve trae muchos inconvenientes pero esta naturaleza rebelde que tengo me hace saber apreciar cada una de las cosas maravillosas que poseen estas 4 estaciones. No me quejo, me adapto a ellas. Este tiempo va a durar al menos 4 largos y penosos meses. ¿No creen que es mejor saber apreciar el invierno, que rezongar constantemente porque nieva y hace frío?

Es época de bajarse de mis tacos, calzarse las botas de nieve que de femeninas nada tienen. Aunque una astucia a la que recurro es la de tener en el escritorio unas buenas botas altas que nos saquen del paso si llega alguien de visita. Caminar por la calle sintiendo como cruje la nieve debajo de mis botas, es una experiencia de adoro. Reconozco que al pasar los días y cuando ya hace más de dos meses que estamos con la nieve, me agradaría volver a ver el verde de los jardines y de los tantos parques que posee la ciudad. Pero como no todo es negativo, tengo la suerte de vivir al lado de uno de los parques más grandes y hermosos de la ciudad, lo que hace que cada vez que la “reminiscencia verde” me ataca puedo darme, bien abrigada claro, una buena caminata por alguno de los tantos senderos que posee. Si ando medio loca y apurada (como de costumbre), mi paseo en bus hasta la oficina todas las mañanas también me permite deleitarme con las pobres hojas de los árboles caducos que aún resisten las fuertes temperaturas.

Como no todo lo que reluce es oro, hay algo que si me incomoda de este tipo de invierno. Es todo el apronte previo que uno tiene que hacer antes de salir a la calle. Ahora hay que levantarse media hora antes (todos saben que prefiero dormir hasta el último minuto), pues perdemos un tiempo enorme en acomodarnos las botas, los guantes, el gorro (que no uso nunca), la capucha de la campera y la bufanda. ¡Cuidadito con olvidarse de algo! Todo el apronte se termina convirtiendo en un ritual. Y si encima hay niños en la casa, el tiempo se duplica pues hay que ayudarlos o hacerlo nosotros mismos. Cuando uno se encuentra finalmente en la calle, las caminatas suelen ser más lentas, pues siempre está o el miedo a resbalar (¿quién no ha comprado las calles de Montreal con alguna buena caída?) o una cantidad importante de nieve en las veredas que demoran la marcha.

De todas maneras y a pesar de estos inconvenientes, me gusta el invierno en Montreal (¿será que de vieja me estoy poniendo masoquista?). Para los que se están aprontando para lagartear en la playa, vayan mis más sinceros, calurosos y nada envidiosos saludos. Y si por ahí, en plenas vacaciones, se llegan a acordar de mí, piensen que el invierno dura por estos lares TAN sólo 4 meses… BUAAAAAA!!!!!

Vero
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PD: les iba a incluir unas fotos pero no sé que pasa que el blog no me deja...


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